El Área de castigo

"Mucha gente piensa que el fútbol es un juego a vida o muerte, pero es mucho más importante que eso"
William Shankly (1913-1981) Mítico entrenador inglés

martes, 8 de junio de 2010

Almas gemelas

El pasado fin de semana el Alcorcón se metió en la final de la fase de ascenso a Segunda. Tras la decepción de la eliminatoria ante el Granada, los de Anquela están a 180 minutos de la gloria, un duelo al sol frente al Ontinyent. Vibré con el equipo amarillo, como lo hice hace años con una plantilla que se asemejaba mucho a ésta y que acabó celebrando un ascenso, un alma gemela.

Me refiero al Getafe de Felines de la temporada 2001-2002. Y es que Anquela me recuerda a mucho a Felo. Entrenadores de toda la vida, muy cercanos a los futbolistas, que se han curtido en los banquillos menos agradecidos y que necesitaban un espaldarazo. Su carácter es similar, su manera de entender este juego, como una pasión por la que vivir, en la que creer. Tipos que sólo mirándote a los ojos te convencen.



Muchos recuerdos que se entremezclaban en mi memoria y un jugador por encima de todos: Sergio Mora. Un medio centro total, técnico y temperamental, un líder necesario para estas gestas. Mora era el timón de aquel Getafe. A su lado, como en el Alcorcón tenía a un gran capitán, Luis López -en el Alcor, Rubén Sanz-.

El domingo apareció para destrozar al Pontevedra. Tras anotar el segundo gol, se llevó las manos a sus orejas y las abrió de par en par para escuchar, porque oír es precioso para el que escucha. Y es que Mora es un jugador de Primera que llegó a jugar con el Rayo en esa categoría, pero no tuvo la continuidad que le hubiera consagrado. Es su momento, en la cresta de la ola de su carrera, quiere volver a ser grande.



El Alcorcón no sólo tiene a Mora de aquel Getafe. Junto a Anquela se sienta en el banquillo Manolo Cano. Otro de esos tipos que se merece algo grande. Su bondad es una cualidad que le acompaña, su amor por el fútbol, la otra. Él es el encargado de ofrecer cariño a cada uno de los jugadores que se retira del campo, pero además es un entrenador que acabará teniendo su oportunidad, ha aprendido de dos genios.



En quince días sabremos si el Alcorcón es de Segunda, aunque si el fútbol es justo, debe devolverle a toda esta gente, lo que ellos ya le han dado.

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