El Área de castigo

"Mucha gente piensa que el fútbol es un juego a vida o muerte, pero es mucho más importante que eso"
William Shankly (1913-1981) Mítico entrenador inglés

martes, 1 de junio de 2010

Se va un señor

David Belenguer se ha despedido hoy de su Getafe. “Quién me iba a decir a mí que la última etapa de mi vida deportiva iba a ser la mejor” ha dicho el capitán del equipo azulón.

Algo nervioso, emotivo sin alardes y sin lágrimas, agradecido y respetuoso, reflexivo,... Belenguer en estado puro. Así se marcha una leyenda, rodeado de amigos y acompañado por el director deportivo, Toni Muñoz –quien no estuvo fue el presidente Ángel Torres-.

“Me siento un privilegiado, por haber disfrutado de estos siete años memorables, que espero no sean importantes para el Getafe porque eso significará que sólo han sido los cimientos para cosas más grandes del futuro”, y es que Belenguer es una especie en extinción, un futbolista de club, un referente, un ejemplo.



Se marcha del Getafe pero no se retira. Belenguer quería seguir pero no ha podido ser, no ha contado con el respaldo que necesitaba aunque, como siempre y todavía ejerciendo de capitán, no ha querido ensuciar su adiós. “No se ha planteado en ningún momento mi continuidad, aunque siempre pensé que me retiraría aquí. Llegué bien y me voy bien, las cosas tienen su momento”.



David ha destacado el tremendo logro conseguido por la entidad éste último año y ha dejado clara cuál es su opinión con respecto al secreto de este modesto club. “La clave ha sido tener 50% de humildad y 50% de ambición. La gran virtud de este club es el vestuario, la gente de gran valor que me he encontrado en todas las etapas, las paredes de ese vestuario tienen un ADN y espero que eso no se pierda, que la gente nueva tenga bien claro lo que es Getafe y que cuando baje las escaleras y se vista de corto sepa dónde esta y el escudo que defiende”.

No ha querido olvidarse de los que hicieron las maletas antes que él y a los que recuerda con mucho cariño, aquellos que además de compañeros fueron sus amigos, “Gica, Vivar, Cotelo, Yanguas, Cubillo, Pulido y Pachón son grandes ejemplos que han hecho crecer este vestuario, hay mucha gente que ha hecho que el Getafe sea lo que es hoy”.

No ha desvelado su futuro aunque quiere “seguir jugando uno o dos años en un equipo que quiera contar conmigo, lo de entrenador no me lo planteo y no sé si valgo para eso”. Ha hecho balance y ha recordado que cuando llegó a Getafe quería volver a sentirse futbolista “y lo he conseguido, aunque este equipo ha conseguido que yo me sienta mejor futbolista aún, nunca podré pagar a este club lo que me ha dado”.

No ha querido resaltar grandes gestas porque Belenguer “no es persona de grandes momentos”, huye de ellos, “como en los partidos todo se define con pequeños detalles y yo me quedo con ellos”.


Por último no se ha olvidado de los que más le quieren: la afición de Getafe. “Qué voy a decir, es muy complicado recordar un sitio en el que haya recibido tanto cariño”. Ha querido aclarar que no acudió a la ofrenda y a la fiesta del ayuntamiento porque “era un momento de celebración del equipo y no quería personalizar el acto”.



“He de decir que ese grito –Belenguer, te quiero- que se ha oído en el Coliseum pone la piel de gallina y la afición del Geta tendrá que buscar a otro, no sé la manera de agradecer el cariño de Getafe y su afición”.

Así se va un capitán, un señor de los pies a la cabeza, alguien con quien aprendimos que detrás de un futbolista hay un hombre.

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